Es interesante leer a ciertos gurús actuales de la
educación. Al profundizar un poco, descubres precisamente que no puedes
profundizar. En casi todos hay una mezcla de verdades o realidades, frases que
todo el mundo acepta, pero sin contenido real. He tomado algunas frases de
Roger Schank (defensor del Learning by
doing) que leí en una entrevista. Es digno de ser analizado.
Dice por ejemplo: “¡La historia es la cosa más inútil que jamás
se creó!”. Es curioso, pues Chesterton nos dice: “Un hombre sin historia es, casi en sentido literal, un imbécil. Sólo
dispone de una parte de su propia mente. No sabe lo que significan la mitad de
sus propias palabras, o la mitad de sus propias acciones” (Los
derechos del ritual). Más adelante, Roger Schank nos pone un ejemplo de
por qué la historia es tan inútil: “Lees
cosas sobre George Washington y descubres que tenía 100 esclavos, que se casó
con una mujer rica por su dinero, que no era una buena persona… vamos, que de
héroe, nada de nada. Y entonces, ¿de qué estamos hablando cuando nos referimos
a la historia?”. Y Chesterton vuelve al rescate: “Mirar al pasado con aires de superioridad es la más estúpida de todas
las superioridades: la de la simple aristocracia del tiempo”.
Avanzamos en la entrevista, y Roger Schank nos deja
claro por qué piensa de ese modo: “Claro que es interesante saber de los romanos, pero que los estudien
esos intelectuales, y que no se fuerce a todos los estudiantes a aprender sobre
ellos”. Es decir, no vale la pena que todo el mundo conozca qué ha conformado
su cultura. Con que lo sepan unos pocos “intelectuales” a los que
consideraremos “raros”, ya es suficiente. Los demás, a hablar de fútbol en el
bar. Explica Chesterton que “en los
tiempos modernos se ha producido un gran aumento de esa clase de educación que
puede imponer el ignorante, y una gran disminución de la clase de instrucción
que solamente los instruidos pueden impartir”.
Porque Roger Schank no se queda
ahí, sino que afirma: “La cultura de un
país es la cultura de un país y es diferente para cada persona”. Creo que tener
diferentes visiones de la propia cultura no implica que cada uno tenga su
propia cultura, afirmar eso es caer en el relativismo. En cada país hay una
cultura, y si uno no la conoce (estudiando historia, por ejemplo), tampoco
puede tener más que una visión reducida de la misma. Como dice Daniel Pennac, “los profes no están preparados para la
colisión entre el saber y la ignorancia” (Mal de escuela). Pero él
sólo se refería a la colisión que se produce con los alumnos, no con los gurús
de la educación.
Finalmente,
Roger Schank llega a la conclusión de que “tenemos que enseñar lo que importa hoy en día y dejar de enseñar cosas que
no sirven para nada en el mundo real”. Que el conocimiento teórico o
intelectual no tiene utilidad práctica, lo sabemos todos, ya lo decía
Aristóteles. Pero que esos conocimientos conforman a las personas, algunos no
lo saben. Ya que para Schank, “la escuela
es lo opuesto a la educación. Porque la educación llega a través de la
experiencia en la vida”. Y yo me pregunto: ¿pero la escuela no es, en sí
misma, una gran experiencia en la vida y para la vida?